
Se calienta todo el aceite hasta que humee y se deja enfriar. Posteriormente, se calienta el vino, el anís y el azúcar en otro recipiente, removiendo hasta que el azúcar quede bien disuelta. A continuación, se vierte la harina en un bol y se incorpora el aceite, reservado poco a poco, sin dejar de remover con las manos hasta que se integre todo. A esta masa se añade la mezcla de vino, anís y azúcar, y se vuelve a amasar, hasta conseguir que ésta quede totalmente homogénea y compacta. Se coge parte de la masa, y se estira con un rodillo, hasta conseguir una lámina de aproximadamente medio centímetro de espesor. Finalmente, con un molde redondo o un vaso se elaboran los enaceitados, se hornean a 250º durante 20 minutos, y se bañan en azúcar uno por uno. Estas pastas son representativas de Castilla-La Mancha, concretamente de Calzada de Calatrava.